lunes, 9 de marzo de 2015

Fracaso absoluto

La otra noche entré en un pub y entre la gente vi a un amigo de la infancia que me gustaba un montón y mis ojos volvieron a brillar. 20 años después, ahí estaba, tan guapo como siempre. 

Mi primera reacción fue pasar de él, hacer como si no le hubiera visto y mi amiga y yo empezamos a bailar a nuestra bola. Aún no habían pasado 5 minutos cuando una mano masculina me tocó el hombro. me giré y allí estaba él con su sonrisa perfecta. Me dio dos besos, bailó conmigo, me dijo que estaba impresionante y me preguntó si quería ir a tomar algo con él, a solas, que estaba bastante hecho polvo porque se acababa de divorciar. Era todo perfecto, yo estuve coladísima por él, y por fin se había fijado en mí.

Pero ¿qué hice yo? ¿Cual fue la respuesta de Patty? ¿qué hizo la chica más desesperada del mundo por encontrar pareja? No vais a dar crédito... Le dije que no podía porque estaba con una amiga y no la quería dejar sola. Y él me dijo: "Pues tú te lo pierdes". Y se fue.

¿En qué coño estaba pensando? Cuando lo dije a mi amiga me dijo que estaba bastante agilipollada y que no me podía permitir ir perdiendo oportunidades de ese tipo. Pero yo le dije que la amistad era lo más importante y que el tío no era para tanto. 

Pasadas unas horas, llegué a mi casa. SOLA. Y me metí en la cama. SOLA. En ese momento mi cabeza empezó a trabajar, a pensar en lo que había hecho, en que había dejado escapar al amor de mi vida, que era mi amor platónico de la infancia y le había dicho que NO. Que igual le acababa de dar calabazas a mi alma gemela, a mi príncipe azul, al padre de mis dos hijos y al marido perfecto. Joder, si es que nos habíamos encontrado en el momento adecuado. Él era el objetivo perfecto: estaba débil, vulnerable, triste...y recién divorciado!! Necesitaba un hombro sobre el que llorar y el mío era perfecto porque yo tengo experiencia en rupturas. 

Toooooda la noche en vela y con el corazón a tres mil revoluciones queriendo salirse del pecho. Cuando amaneció, me levanté, con unas ojeras que me llegaban al suelo y con los ojos medio pegados por no haberme desmaquillado la noche anterior, encendí el ordenador e inicié una exhaustiva investigación para encontrarle y decirle que sí, que aceptaba su invitación, que quería casarme con él, bueno, de momento tomar algo con él, paso a paso. Le busqué durante cinco horas en todas las redes sociales, puse su nombre en Google y pregunté a mis amigas de la infancia por si sabían de qué manera localizarle. Pero fue todo inútil, está desaparecido. Así que el resto del día, y de la semana lo he dedicado a algo que se me da genial: auto-fustigarme escuchando toda la discografía de Álex Ubago y Laura Paussini en bucle y llorar debajo de la manta por ser tan idiota de haber dejado escapar mi gran oportunidad. 

¿Por queeeeee? ¿Por qué lo he hecho? ¿No se puede rebobinar la película por una vez? ¡¡Sólo una vez, por favor!! Si es que en el fondo soy una cobarde que no se da permiso para lanzarse y dejar que le pasen cosas buenas, o malas, pero algooooo. ¡¡¡Soy una fracasaaaadaaaaaa!!! 

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