lunes, 27 de abril de 2015

Qué bonito es el Amor

Me siento de maravilla y quiero que todo el mundo lo sepa. Por fin he conseguido pasar página en mi vida y ser feliz. El sufrimiento, los bajones y los días chungos de sofá y chocolate SOLA han pasado a la historia. Porque ahora me siento pletórica y con ganas de comerme el mundo... con Kike.

Es genial que cada día te escriban para darte los buenos días y te pregunten al final del día cómo te ha ido, que se preocupen por ti y que acudan a tu rescate cuando estas mal (ver Malditas hormonas). Y al mismo tiempo que hay alguien que te cuida, tu también tienes a alguien de quien cuidar y eso es simplemente... perfecto, tu vida cobra sentido por fin. Definitivamente, Kike es el hombre de mi vida, la persona que llevaba tanto tiempo esperando.

Le quiero y quiero pasar el resto de mi vida con él: riendo, disfrutando y compartiendo los buenos y los malos momentos hasta que la muerte nos separe. Quiero hacer TODO con él, comer con él, pasear con él, viajar con él, dormir con él y hasta jugar a pádel con él si es necesario. Es maravilloso tener mariposas en el estómago cada vez que le veo o escucho su voz, y ahora que ha habido sexo entre nosotros (¡por fin!), y ha sido perfecto, ya he decidido entregarme totalmente a esta relación. Ahora, cada vez que suena un mensaje en el móvil, una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies, es una sensación maravillosa. No dejo de pensar en él ¡Si es que aparece hasta en mis sueños!! He soñado nuestro futuro, he tenido una visión de cómo va a ser nuestra vida juntos: 

"Cuando llevemos un año saliendo me pedirá matrimonio durante una escapada romántica a París, en lo alto de la Torre Eiffel. Al poco tiempo nos casaremos, y yo entraré con un precioso vestido blanco en una iglesia gótica del siglo XIII con un órgano de tubos en el que sonará la marcha nupcial. El banquete será en un restaurante frente al mar rodeados de la familia y los amigos, incluidas mis amigas pedorras y a la que le rompí el vestido de novia sin querer (¿nadie me entiende?), y durante el postre aparecerá una tuna cantando Clavelitos. Nos iremos de luna de miel a New York, por esa espinita que tengo clavada. Nos iremos a vivir juntos en una casa de campo y la convivencia será perfecta, así que al poco tiempo nos pondremos a tener hijos, dos, una niña y un niño y serán guapísimos y listísimos. Crecerán, se irán de casa y nosotros nos dedicaremos a viajar y a disfrutar de nuestra compañía hasta el final de nuestras vidas"

¿A que suena real? Si es que cuando proyectas lo que tu quieres, el universo te lo da. Mira, yo hice el ritual de San Valentín y ya me veis, con un futuro prometedor por delante. Ya sé lo que me vais a decir, que nos acabamos de conocer, que solo llevamos unas semanas, etcétera, pero si nos vieseis juntos, lo entenderíais. Esto no es un castillo de naipes que se pueda romper, este castillo es de los de verdad, de los que se construyen piedra sobre piedra. 

Ay, qué bonito es el amor, sobre todo en Primavera, cuando las hojas y las flores vuelven a crecer y el paisaje es más bello que nunca, iluminado por un sol brillante. 

Sí, el amor te hace maravillosamente cursi. Si no tienes la suerte de estar enamorada, no desesperes porque el amor aparece cuanto menos te lo esperas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario